VERDE ESPERANZA

sábado, 13 de febrero de 2010

LA VISITA DEL INFANTE DON JAIME

ABC, Martes, 31 de marzo de 1931. Os dejo testimonio de la crónica en la que se describe la participación del Infante Don Jaime de Borbón y Battenberg en la Procesión de nuestra Cofradía, el Lunes Santo de ese año. Haced clic para ampliarla.
El Infante presidió la Procesión, junto con Millán- Astray, culminando así una extensa visita a la Ciudad de Granada que se prolongó por espacio de dos días. En concreto, el Infante fue recibido en la Estación de Iznalloz el día 30 de marzo, Lunes Santo, a primeras horas de la mañana, siendo recibida Su Alteza, vestida con el uniforme de gala de la Real Maestranza de Sevilla, por numerosas autoridades provinciales. A las diez menos veinte entró en agujas el tren, prorrumpiendo el público en un aplauso y vítores e interpretando la Marcha Real la Banda del Regimiento de Córdoba.

No sé yo si imaginaba el propio Infante que todos estos vítores y aplausos se le iban a terminar unos días después con el estallido de la República el 14 de abril de ese mismo año y el exilio forzado junto con su familia, tras un "follaero" importante en el país.

Por cierto, que ya sabéis que Don Jaime era segundo hijo del Rey Alfonso XIII y de la Reina Victoria Eugenia. Nació el infante en la Granja de San Ildefonso, el 23 de junio de 1908. Se libró de la "maldición de los Hesse" -la hemofilia-, mal típico de las dinastías europeas y, particularmente, de los Borbones, desde que, precisamente, la Reina Victoria Eugenia (hija de la Reina Victoria I de Inglaterra) casara con Alfonso XIII.
No obstante, a Don Jaime le habí­a tocado su propia desgracia fí­sica: la sordomudez de nacimiento, que corrigió gracias a unas religiosas, que le enseñaron a leer en los labios de la gente y a expresarse vocalmente. El resultado de sus lecciones fue muy bueno, pues adquirió un gran dominio del lenguaje, quedándole tan solo una tendencia a alzar demasiado la voz, si bien dicha tara física le hizo renunciar a sus derechos dinásticos (postergado por su propio padre), lo que le permitió casarse con la francesa Enmanuella Dampierre, en 1935. Sin embargo, lo cierto es que se divorció de la Dampierre y tuvo después una interesante y azarosa vida personal y sentimental que le costó la muerte: que no se entere la fea de la Karmele Marchante ni el tontolhaba del Peñafiel, pero en 1975 su segunda mujer, Carla Tieddeman, lo escalabró de un botellazo de anís la asturiana en el íter de un lobaso atravesao. Continuaba así el trágico azar que ha seguido su linea famliar; plagada de accidentes de tráfico y dramáticos acontecimientos similares. Por cierto, que queda acreditado que las botellas de anís son duras y que deben usarse sólo para cantar villancicos o calentar el gaznate.
Don Jaime, Duque de Anjou y Segovia, ejerció la representación de su padre en numerosos actos oficiales, como correspondía a un infante de España en posesión de todos sus derechos. De ahí, por cierto, su visita a Granada en la Semana Santa de 1931 con el objeto de presidir dos Cofradías Reales: la Santa Cena y la Esperanza.

2 comentarios:

  1. Manuel, la hemofilia nunca atacó a la Casa de Borbón, sino que por primera vez en sus demostrados nueve siglos de linaje, la sufren a raíz de la transmisión que hacían las mujeres de la familia real (hoy en activo) inglesa, esto es, que nos vino por la reina Victoria Eugenia, y sólo la sufre uno de sus hijos, pues ni a don Jaime, ni a don Juan (padre del Rey don Juan Carlos) le afecta la enfermedad.

    Tampoco se prodigaron los Borbones en casarse entre familiares, eso fue más propio de los Habsburgo, y fíjate, los mejores monarcas con mucha diferencia de la Europa de los últimos 500 años, fueron todos Habsburgo (aquí les decíamos Austria) y montaron un Imperio, primera potencia mundial, de unos 20 millones de kilómetros cuadrados (40 veces más que la actual España).

    ¿No me habrás salido republicano, no? Que tú has estudiado derecho, recuerda Político I y II, cuando veíamos que un Presidente de una República, hacía lo mismo que un rey, servía para lo mismo, cobraba lo mismo... Vamos, que para el caso, si tengo que tener a uno o a otro, al menos me quedo con una figura que tiene ya 16 siglos de historia en España, desde el primer visigodo; porque si nos va a costar lo mismo y va a desempeñar el mismo papel, tú me dirás para qué cambios...

    Además, como va a ser lo mismo decir: "Real Hermandad" que "la Republicana Hermandad..." Suena a incendio y a cura con tiro en la frente... Y en lo alto de un escudo, ¿qué ponemos sino una corona? Y entonces, en vez de coronar a una Virgen, ¿le ponemos una banda morada? No estaría mal: Mañana, Banderación Canónica de la Virgen del Pompillo en la Catedral. Oficia, el Arzobispo laico, Señor Carrillo, y es sochantre de la Catedral, el fotógrafo ese de la Corrala de Santiago.

    VIVA EL REY.

    ResponderEliminar
  2. jajaja, qué gusto da eso de tener lectores eruditos. Gracias por las precisiones respecto de la hemofilia, quede hecha la corrección, totalmente certera. Siempre los ingleses jodiéndonos la vida....
    No obstante, el refrito de sangre en los Borbones existió. Por ejemplo, a Carlos IV me lo casaron con María Luisa de Parma, que era su prima. A Fernando VII con María Cristina de Borbón, y a Isabel II con su primo Francisco de Borbón. Vamos, una mezcla de sangres explosiva jajjajajaj que no me negarás.
    Por cierto que mismamente, no soy republicano, te lo puedo asegurar. Ser,lo que se dice ser, soy más bien de la Esperanza y, salvando las distancias, del Real Madrid.
    Abrazos.

    ResponderEliminar